La mitologia huichol una experiencia
La mitología huichol puede organizarse en tres grandes ciclos: la estación seca, la estación húmeda y el ciclo cristiano (que representa la asimilación de las enseñanzas misioneras a los mitos anteriores). En la representación de estos ciclos dramáticos, los dioses son representados como personificaciones de los fenómenos naturales. En esta filosofía, se intenta poner en orden el universo a través de una mitología mística que inclina a los dioses a actuar como el pueblo desea. La parafernalia sagrada con la que se consigue este pasado es el arte simbólico de la tribu y la tradición oral colectiva, que nunca debe ser manipulada para que no se produzca el milagro solicitado.
Si algún individuo se desvía de la norma espiritual, todo el grupo corre peligro. La moral del grupo es reforzada por el chamán, y esto es lo que los ha mantenido unidos durante tanto tiempo contra la influencia externa.
En la Ceremonia del Maíz seco, a la que fue invitada una americana, ( en mayo de 1989, ha compartido su experiencia…)
“Nos despertaron repetidamente a la primera señal de somnolencia, nos incitaron a levantarnos y bailar y a golpear nuestras sandalias en el suelo para que los dioses escucharan nuestras plegarias.
A veces, el semicírculo de hombres que rodeaba al chamán se unía a los cánticos; otras veces, los violines se aceleraban y todos bailábamos con entusiasmo. En uno de esos intervalos, un bailarín que llevaba una piel de ciervo sobre los hombros nos guiaba en un paso circular. Todo el mundo imitó la graciosa carrera del ciervo, y hubo muchas risas amistosas por mi ineptitud y por la forma en que me golpeaba la cabeza con las ramas bajas de los mangos.
Hacia el amanecer, dos de mis amigas me llamaron para que enlazara los brazos con ellas y bailara mientras salía el sol. Esta es la forma tradicional en que las mujeres bailan para purificar el maíz y hacerlo comestible, junto con la quema de los granos de maíz en el brasero por una mujer que lleva el penacho de plumas de águila del chamán.”
Así como la danza de la estación húmeda honra a la diosa de la lluvia y precede a la siembra del maíz, en octubre se invoca a los dioses masculinos para que proporcionen suficiente sol para cosechar el maíz. El panteón huichol otorga el mismo crédito a las deidades femeninas y masculinas.
Las mujeres huicholes participan plenamente en las tradiciones chamánicas de la tribu, en gran medida a través de sus bordados, densos y diamantinos, llamados puntos de oro. Las mujeres adeptas a esta mezcla artística/matemática de color y forma son conocidas como “mujeres que se han completado”. Una mujer que ha viajado a cierta profundidad dentro de sí misma con el peyote llega a la conclusión de que está experimentando sus propios patrones genéticos. Al parecer, los diseños transmiten información vital que forma parte del acervo genético del grupo. El difícil “truco” chamánico consiste en volver de esa visión de Todo-lo-que-es con uno de los innumerables “patrones de vida” ( de los que la mayoría de nosotros no somos conscientes) que fluyen por el cuerpo en todo momento. El proceso es más bien como traer el tesoro de la luz desde la oscuridad, como hizo Tatwari, Nuestra abuela fuego, la primera chamán. El bordado de Punta de Oro hace las bolsas de transporte más preciadas, y bendito es el hombre que puede llevar con orgullo la sabiduría y el arte de su mujer para que todos lo vean.
Traducido de : Dancing through the god´s eye
autor : Ma. V. Bolschwing